Leña y pellet son combustibles elaborados a partir de biomasa que se comportan de manera más o menos similar, aunque muchos de sus parámetros son diferentes, de modo que hay que escoger un aparato acorde a las necesidades caloríficas.
El calor que se transmite a una estancia depende en mayor medida del aparato que del combustible, aunque a rasgos generales, un aparato de 8 kw útiles de leña caliente lo mismo que uno de 8 kw útiles de pellet.
La leña es biomasa natural mientras que el pellet es biomasa prefabricada, pero ambos combustibles son sostenibles y una buena elección para climatizar el interior de una vivienda.
Las diferencias entre estufas de leña y pellet
En cuanto al aparato, una máquina de pellet cuenta con mecanismos y componentes electrónicos que son los que hacen que se produzca fuego en su interior y se mantenga a una temperatura cómoda y programable. En las estufas de leña, el fuego se genera de manera natural, y por tanto, más difícil de controlar.
Ambos aparatos trabajan de un modo similar, transmitiendo las calorías generadas al ambiente por radiación, convección o mediante un sistema de calefacción hidro.
Otra diferencia importante es el tamaño de las tuberías. Las estufas de pellet llevan tuberías de 8 o 10 cm y pueden incorporar algún tramo horizontal. Los aparatos de leña llevan conductos de evacuación más gruesos que van desde los 12 a los 30 cm y no es aconsejable tramos horizontales.
En cuanto al rendimiento, las máquinas de pellet logran rendimientos superiores al 90% mientras que con una estufa de leña es difícil sobrepasar el 84%.
Estos datos muestran que las estufas de pellet son una opción más autónoma, que necesita menos atención, pero si lo que realmente se desea es disfrutar del fuego, optar por un aparato de leña es también un acierto.